EL RECINTO FERIAL DE ALBACETE

En nuestro paseo por la calle de La Feria recordamos que el Recinto Ferial de Albacete se comenzó a construir el año 1783 con la idea de albergar un evento que permitiera la proyección y éxito del comercio agropecuario de la ciudad, mientras se controlaba por límites definidos y físicos el cobro de impuestos por parte del ayuntamiento local. Su construcción significó el hecho definitivo en la consolidación de de una pequeña feria comarcal, hasta convertirse en lo que es hoy, un gran acontecimiento declarado de Interés Turístico Internacional.

Con un proyecto simplemente asombroso para el momento y el lugar, el arquitecto alarife José Jiménez idea un recinto de doble anillo circular y dos brazos, apuntando hacia la ciudad, que forman una calle de entrada a este edificio singular.

Transcurre más de siglo y medio, hasta el año 1944, cuando con el proyecto de los arquitectos Miguel Ortiz I. y Julio Carrilero P. se construye un tercer anillo que rodea, no solo los dos anillos originales, sino también los brazos de la entrada, sumando más de 30.000 metros cuadrados, dedicados en su totalidad a la famosa Feria de Setiembre de Albacete. Ya en 1912 se había construido el bello templete modernista central.

El edificio es uno de los patrimonios más importantes de la ciudad con la alta calificación de BIC, Bien de Interés Cultural.