En nuestro paseo por la calle Mayor encontramos en el número 43 este magnífico edificio de esquina con la calle Marqués de Molins, en el cruce de llamado «Las cuatro esquinas». Los promotores del edificio, la familia Legorburo, contrataron el proyecto a dos arquitectos valencianos, José Luis García Pellicer y Baldomero Pérez Villena, ganadores del concurso de ideas que se realizó en año de 1936 en Valencia.
Arropado por la ley del ministro Federico Salmón que exoneraba de muchos impuestos para estimular la construcción, se levantó lo que fue un coloso para su época, tardando una década en terminarse, debido a la interrupción de la guerra civil española.
El edificio es un estupendo ejercicio de la pujante arquitectura moderna, exenta de la decoración greco romana que dominó los últimos 2000 años en la arquitectura occidental. Recibe el
reconocimiento del Comité Internacional de Documentación y Conservación de Edificios,
Sitios y Barrios del Movimiento Moderno (DOCOMOMO) como uno del gran ejemplo de la arquitectura moderna de España en el siglo XX.
